Vuelve el bricolaje: amuéblelo usted mismo

Vuelve el bricolaje: amuéblelo usted mismo
El bricolaje, un terreno antes reservado a los manitas, se apoya ahora en los materiales reciclados.

 

El hambre agudiza el ingenio, y así lo hace, también, la actual coyuntura económica, que pese a todas sus graves secuelas, es responsable, también, de algunos “cambios de chip” en nuestra forma de consumir tan positivos como el regreso de las tendencias Do It Yourself (DIY).

El DIY no solo se refiere a bisutería y complementos, sino que también comprende otros aspectos como el bricolaje, un terreno reservado antes, de forma casi exclusiva, a los muy manitas o los muy valientes. Ahora, en cambio, gracias a tutoriales de YouTube como los de Bricofans, fabricar nuestros propios muebles no parece una aventura tan descabellada, como tampoco resulta hacerlo reciclando materiales para perjudicar lo mínimo posible tanto nuestra economía como el medio ambiente.


En esto de reciclar materiales para muebles existen clásicos, como los palés, que llevan años ejerciendo de estanterías, mesas de salón, somieres y esqueletos de sofás y tumbonas, o las cajas de fruta (tanto de plástico como de madera), que permiten construir cualquier estructura modular que se nos ocurra, desde un aparador hasta una cómoda, pasando por una librería.

Pero siempre hay espacio para la invención. Una gran maleta o baúl viejo abierto en un ángulo de 120-140º y convenientemente rellena de algo mullido puede ser un cómodo butacón; un tronco de árbol, la mesita auxiliar perfecta; y una vieja puerta con una mano de pintura, el mejor lugar en el que colgar nuestros pañuelos, corbatas o utensilios de cocina.

Foto:  ©HTO3 (cc)