‘The love witch’: brujería y poder femenino

Retomar las historias de brujas al más puro estilo Embrujadas puede parecer una tarea sencilla a simple vista, pero no lo es.

Retomar las historias de brujas al más puro estilo Embrujadas puede parecer una tarea sencilla a simple vista, pero no lo es. La cineasta Anna Biller ha conseguido en The love witch  dar una atmósfera seductora, que envuelve al espectador en su butaca. La estética marcada nos hace volver al pasado, donde el cine aún estaba lleno de mujeres sumisas, no es el caso de la protagonista. Biller se confiesa fetichista de la estética, sobre todo del término anglosajón aesthethic, en el que convergen varios significados, recalcando sobre todo la belleza. Su anterior filme Viva, y éste han sido rodados en 35 milímetros, usando antiguas técnicas para recrear al cine clásico.

The Love Witch tiene la banda sonora que nos gustaría escuchar a todos mientras preparamos pociones. Viendo el filme puedes empezara imaginar que el machismo que nos muestra se refiere a un contexto y épocas pasados, pero los objetos contemporáneos como los teléfonos móviles y los coches modernos sirven como chocante recordatorio de que el subtexto feminista de Biller es engañosamente actual.

Una fábula que parece nacida hace medio siglo y donde el mensaje antipatriarcal ronda todo el filme. La protagonista va dejando una ristra de cadáveres cada vez que quiere enamorar a un hombre y es que sus pociones no son precisamente como beber agua. El amor romántico queda enterrado y, donde en un filme clásico encontraríamos auténticos mensajes de lo que entendemos por romanticismo, aquí vemos a una mujer empoderada que no entraría en los cánones de la época.

Sus víctimas, que enseguida caen rendidas a sus pies, se transforman tras los hechizos en niños balbuceantes, que tras el sexo solo se dedican a lloriquear. Anna Biller reinventa a la femme fatale, dándole un nuevo significado, además, al término de bruja.

La cineasta explica en esta entrevista para Lenny Letter que hoy en día, toda la brujería está muy alineada con los conceptos sobre la curación interior y la meditación. Elaine, la prota, dice: «La brujería me salvó la vida«, así es como se siente. «Una cosa que noté en los rituales a los que fui es que algunas de las personas parecían muy iluminadas, pero otras personas parecían realmente perdidas y degradadas. Estaban tratando de encontrarse».

Al igual que la antiheroina del filme, Anna Biller lo es del cine actual, reescribiendo cánones, moviéndose por un terreno technicolor que muchos no se hubieran atrevida a hacer o siquiera a imaginar y ensalzando a una mujer que muestra su cuerpo en un ritual donde termina matando a hombres solo por el placer de sentirse querida. Así, se puede decir que terminamos empatizando con la villana. El cine de terror nunca ha estado más vivo que con The love witch.