Saborear el África Negra en Madrid

La integración cultural puede ser culinaria, como demuestra el restaurante El Mandela, un lugar en el que saborear y descubrir.

 

En lo que a gastronomía se refiere, aún quedan territorios inexplorados. Lo internacional ocupa los mejores locales y la mayoría de paladares, pero, cuando sabores como los peruanos, tailandeses o cubanos ya se han hecho hueco en el estómago de cualquier comensal, otros continúan viéndose desde la distancia. No es tan fácil encontrar en Madrid restaurantes africanos, pero los que existen van abriendo boca.

Uno de ellos es El Mandela, cercano al Palacio Real, en el que traspasar la puerta es un paso hacia aromas trestaurante-el-mandela2ropicales en un pequeño local decorado con cuadros y esculturas artesanales que compone el ambiente junto a animados ritmos, haciendo siempre honor a su nombre con un rincón dedicado a la escritura sobre Mandela, que casi se siente presidiendo este pequeño rincón del África Negra. El restaurante toma su forma partiendo de una doble premisa; el acercamiento de la aún desconocida cocina subsahariana y la integración social y laboral de inmigrantes del continente, que aportan los sabores de sus tierras tras la cocina como hacen Martín, de Camerún, y Maliki, de Mali.

La carta, que, junto a la comida, ofrece pulseras y collares, se presenta bien medida. No contiene excesivos platos y cada uno está identificado con la bandera del país del que es típico, aunque posteriormente en la sala José Jimenez detalla minuciosamente la procedencia y composición de cada plato al ser servido. Lo primero que se pone en la mesa es una salsa muy picante a la que resulta imposible resistirse. Para comenzar, es propio un carpaccio de camello, cebra o avestruz, acompañado de salsa de pimienta y calabaza, que enraíza sus orígenes como plato común en todo el continente. Entre los platos siguientes, bajando por la costa oeste africana, parada en Senegal con la Yassa, un arroz con carne o pescado, uvas pasas y verdura. De Costa de Marfil, el Attieké con yuca rallada, fermentada y seca, que sólo se consume así en África, con elmandela-yassaverduras. Y, de Angola, el pastel de bacalao, una receta de herencia portuguesa. En general, los vegetales componen la base de las recetas encontrando fácilmente yuca, brócoli o espinacas entre los entrantes, mientras las alubias, el cacahuete o el arroz son parte de los segundos, como el Thiep Yape o el Koki. Dentro de las bebidas se incluyen cervezas nigerianas, un poco caras para el precio medio de la carta (15/20€), y ,de forma especial, cafés de Uganda, Etiopía o Camerún y tés caseros.

La presentación en mesa no busca giros decorativos ni exuberantes composiciones, acercando así aún más el ambiente a la auténtica mesa subsahariana.

El Mandela está en la calle Independencia, 1, Madrid. Abre de martes a domingo de 12 a 2h y se puede reservar desde aquí.