Posados de verano desde el XIX hasta ayer

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A la espera de ser nosotros quienes enseñemos chicha en la playa, nos hemos marcado un repaso por las escenas veraniegas más refrescantes del arte.

Lo más bonito del arte es que no deja de sorprendernos. Para aquellos que piensen que los posados en la playa los inventó una bióloga… ¡vamos, hombre! La historia está repleta de escenas veraniegas cargadas de erotismo, inocencia y, por encima de todo, belleza.

En Nokton Magazine tenemos mucho calor y soñamos con las vacaciones, así que nos ha parecido interesante y necesario hacer un tour por algunos de los paisajes de tono azulado que inmortalizaron artistas de estilos y épocas diferentes. Una manera tan buena como cualquier otra de esperar a que seamos nosotros los protagonistas del lienzo estival.

1. Bathers (1865), de Albert Anker

Si no fuera por el aire naif de los rostros en la pintura de Anker, nos parecería que esta escena de género es del domingo pasado por la tarde en La Pedriza madrileña. Mención especial para el niño a la izquierda de la composición porque todos queremos ser como él.

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‘Die Badenden’, 1865. Albert Anker.

2. Day of the Gods (1894), de Paul Gauguin

Hay quien tiene que poner mucha tierra de por medio para encontrar la inspiración. En el caso de Gauguin, fue en la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa, y rodeado de la belleza tropical de sus paisajes y gentes donde el artista sacó sus colores más vivos.

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‘Day of the Gods’, 1894. Paul Gauguin.

3. Dama y criada bañándose (1896), de Félix Vallotton

Un momento crítico en el día a día de cualquier veraneante. Teniendo en cuenta la intimidad del momento, podría decirse que estamos ante un robado en toda regla y, dados los colores de una paleta propia de los nabis – grupo pictórico al que pertenecía Vallotton -, muy probablemente se trate de un baño improvisado, de los de última hora de la tarde.

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‘Dama y criada bañándose’, 1896. Félix Vallotton.

4. Niña en la playa (1910), de Joaquín Sorolla

El olor a mar en la pintura del valenciano se percibe con la misma claridad que el sol reflejado en el cabello de la niña o el mecer cansado de la barca del pescador. «Quizás porque mi niñez sigue jugando en tu playa» esta no es solo una postal de verano sino un recuerdo compartido.

‘Niña en la playa’ by Joaquin Sorolla y Bastida (1863-1923), 1910, Christie’s Images.

5. The Bathers (1918–1923), de Maurice Prendergast

Si las playas son algo, además de señoras gritando a sus hijos desde las toallas y de abuelos paseando por la orilla, son un lugar de encuentro de los perfiles más dispares. Tópicos aparte, en la playa siempre hay quien te hace reír o te obliga a torcer el gesto, pero eso también tiene su encanto: vista de lejos, como la veía Prendergast, es una fiesta de manchitas de colores que siempre parecen felices.

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‘The Bathers ‘, 1918–1923. Maurice Prendergast.

6. El ‘Martha Mckeen’ de Wellfleet (1944), de Edward Hopper

Desde que nos volviéramos locos con la muestra de Edward Hopper hace dos veranos en el Museo Thyssen, muchos de nosotros seguimos aún bajo la hipnosis de sus obras. Ahora, cuando las ganas de sumergirnos en el agua y olvidarnos de todo son más intensas, sus escenas marítimas vuelven de nuevo a nuestra mente y nos evocan la paz y la soledad del océano.

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7. A Bigger Splash (1967), de David Hockney

De una exposición en el recuerdo, la de Hopper, a otras dos de rigurosa actualidad, los Mitos del Pop del Museo Thyssen y la retrospectiva de Richard Hamilton en el Reina Sofía. Madrid se ha convertido este verano en el epicentro mundial del pop art y en nuestra selección también le hemos hecho el hueco que merece. Nos gusta llamarlo nuestro ‘posado pasado’ e imaginarnos la figura humana en el cuadro de Hockney un instante antes de saltar del trampolín… splash!

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‘A Bigger Splash’, 1967. David Hockney.

8. Wandering Nude 2 (1978), de Walter Battiss

El plato fuerte nos gusta dejarlo para el final, somos así. Despedimos nuestro repaso a los posados del arte con un desnudo integral y metiendo el pie para ver cómo está el agua. La obra del sudafricano Walter Battiss, entre el primitivismo y el arte outsider, es el mejor reflejo de lo que esperamos de este verano.

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‘Wandering Nude 2’, 1978. Walter Battiss.

Imágenes: Albert Anker / Paul Gauguin / Félix Vallotton / Joaquín SorollaMaurice_Prendergast / Edward Hopper: Prensa Museo Thyssen / David Hockney / Walter Battiss