Que vivimos en un mundo dominado por los híbridos, las mezclas y lo multidisplinar, dejo de ser novedad hace mucho. Desde hace tiempo nos gusta probar la cocina fusión ‘japonesa-peruana’, escuchar ‘flamenco-jazz’ y ‘rock-pop’, disfrutar de un happening en el que no sé sabe quiénes son los actores y quién el público o encontrar en el museo una pieza artística audiovisual que resulta que se llama ‘videoarte’. Y esto sólo en cultura, porque en materia tecnológica vamos más allá: los dispositivos híbridos se han apoderado de nuestra cotidianidad para hacernos la vida mucho más sencilla.
¿Quién no agradece escribir correos en los tediosos trayectos de tren para adelantar trabajo y al llegar a casa tener más tiempo libre? ¿O poder hacer una videollamada para enseñar a tus amigos lo bien que toca vuestro grupo favorito en un concierto? Cada vez es más fácil compartir, conectar y llevar nuestro pequeño universo personal en el bolsillo. Sobre todo con dispositivos como las phablets, una combinación de tableta y teléfono inteligente, que ya se empieza a erigir como el gadget por excelencia de estas navidades.
Un ejemplo de ello es la nueva categoría de tabletas con función de llamadas 3G que acaba de lanzar ASUS en colaboración con Intel® y que arranca con los modelos ASUS Fonepad Note 6 y el ASUS Fonepad 7. Unas phablets (término que es una unión de las palabras phone y tablet) que, junto con el resto de aparatos de la misma clase, encaja pies juntillas con nuestro estilo de vida postmoderno, en el que necesitamos multi-herramientas como esta, que nos allanen y acomoden el loco camino que recorremos todos los días. Porque los híbridos tecnológicos dominan nuestras vidas, pero (y menos mal) también las salvan.
