‘Introducing’ María Reyes: en la tierra como en el cielo

Entrevista a María Reyes.
Foto: Esmeralda Martín.
Años después de ser Miss España, los franceses Nouvelle Vague se fijaron en ella y fichó por Subterfuge.

A María Reyes Vázquez le cambió la vida alzarse con la corona de Miss España aquella noche de 1995. Directa a la pasarela, enlazaría Cibeles y Gaudí con viajes por medio mundo para marcas de la proyección de Dior y Chanel. Genuina, con una innata vocación artística –“la modelo interpreta la prenda con su movimiento”-, evitó acomodarse en una disciplina. Se formó como actriz y su carrera en televisión la familiarizó con el público, el que también la recibió en el off madrileño, que es ya su casa –“cuando tienes un buen personaje dentro de una gran historia es el mejor regalo que te pueden dar”-.

Menos mediática fue la tercera metamorfosis. Un tímido coqueteo musical se volvió affaire con los ritmos bossa de Nouvelle Vague. Gira, estudio, versiones. El ambiente propicio para el sueño creativo. La relación trascendió. María cantaba en el escenario y componía en la intimidad… Marc Collin, co-fundador del grupo, la animó a firmar en solitario y de ese perfil a prueba de tópicos y personalidad todoterreno nace el primer disco. Introducing, su LP presentación, tiene detrás al sello Subterfuge con la producción de Jaime García Soriano, alias Sr. Nadie y culpable consumado de los míticos Sexy Sadie. Unos padrinos de excepción para una artista ¿indie? La etiqueta está agotada.

No hay tesis global para el disco. A la artista no le gustan las definiciones, las líneas maestras. “Escribo desde una palabra, desde un recuerdo o una emoción… y sigo escribiendo según fluye en el momento. Sin tener determinada la historia final” explica. De los cuatro pilares de esta “introducción”, tres están compuestos en inglés y uno en castellano. ¿Será que en la catarsis creadora las letras no tocan a la puerta en un mismo idioma? “En castellano conecto con partes más íntimas. Las maquillo y las saco a pasear – expone-. En inglés, tomo siempre más distancia del personaje y no me cuesta tanto expresarme, a pesar de que mi vocabulario es menor”. ‘Sueño‘, el único tema en lengua materna, está dedicado a su hija, Lola. Aunque le preguntamos qué inspiración considera más onírica, conocemos su veredicto. Un beso robado o una madrugada en vela no son comparables a la experiencia inacabable de la maternidad.

Entrevista a María Reyes.

Últimamente escucha mucho a Crystal Fighters o los discos antiguos de Charlotte Gainsbourg. Michael Jackson, Pink Floyd y los clásicos de Frank Sinatra ocupan un lugar privilegiado en su librería. Ni que decir tiene de Camarón, así tal cual, desfilando quejío a quejío. Le digo que ‘Damn’ me da ganas de quitarme los tacones para saltar como si no hubiera mañana, y por supuesto, no matarme en el empeño. Ella hace lo propio en escena. Se mantiene asida a la cuerda dos o tres canciones. En su primer concierto, en la sala El Sol, en cuanto revela la mirada y se baja de los stiletto, deja el vértigo a merced del suelo. Salta, ametralla y el estribillo sobre la cara menos amable de la moda aborda las cuerdas vocales de los asistentes. “’Damn’ tiene poco de glamour y mucho de realidad, desgarro y frustración” nos cuenta la todavía modelo. ‘Today‘ es “un himno a la lucha y el cambio social” Con ‘Luminary Soul‘ le crecen curvas a la noche –“se inspira en la feminidad y la sensualidad”- y ‘She‘ la transforma en su “alter ego masculino” en clave de rhythm and blues y una relación de pareja en la que la otra mitad se obstina en “lo material”.

El ying y el yang convergen a sus anchas. ¿Qué tal se equilibran la faceta terrenal y la trascendental en María Reyes? “María tanto en la tierra como en el cielo” nos contesta entre carcajadas, y se disculpa: “parece catequesis”. ¿Entonces? “Yo me inclino más hacia un lado u otro según el escenario en el que me encuentre”. No le preocupa el equilibro. Todo lo contrario. Sería un atrevimiento aburrirse en él. Me lo advirtió alguien antes de que prendiesen los bafles. Cuando María vuela, lo hace muy alto.

Entrevista a María Reyes.

Fotos: Esmeralda Martín.