‘God save the pubs’ deberían gritar los británicos

Una de sus instituciones más señeras desaparece sin prisa pero sin pausa.

Londres fue, sin duda, la ciudad de moda del pasado 2012. Entre los Juegos Olímpicos y el Jubileo de la reina Isabel II la ciudad vivió su momento de mayor esplendor. Pero la capital londinense no descansa nunca y ahora que se acerca el buen tiempo (siempre relativo, por allí nunca se sabe) nos adentramos en la cultura de la pinta y de los pubs más venerados que la ciudad ofrece.

Y es que, ¿qué sería de Londres sin sus famosos pubs? Las posibilidades son infinitas durante todo el día. Desde el barecito que ofrece todo tipo de cervezas hasta el pub de tres plantas con música en directo por las noches y azotea destinada a los días de verano y a los fumadores.

Grifo de cervezas

Es por ello que la alarmante cifra de pubs que están cerrando, 52 a la semana en todo el país según la inicativa de Save the pub, está llevando a muchos de sus propietarios a hacer campañas contra la extinción de éstos. La cultura de la pinta no puede quedarse aquí. Sabemos que no van a desaparecer del todo pero quizá dentro de unos años Londres ya no sea la misma que ahora. La ley antitabaco y la subida de impuestos a las bebidas alcohólicas han formado un tándem perfecto para contribuir a que cada vez haya menos pubs. Además, si hay un establecimiento hostelero unido al tabaco en la cultura británica es el pub. El lugar para tomarse una pintas y socializar, relacionarse, con los vecinos tal y como ha inmortalizado la serie Eastenders desde hace más de un cuarto de siglo.

La iniciativa Save the pub está llevando a cabo una ardua campaña para conseguir que no se cierren muchos de estos locales. Argumentado que la Ley antitabaco vigente en Reino Unido desde 2007 ha sido la gran causante de este declive, han construido desde los cimientos de esta base un partido político para defender estos intereses. Con el nombre de UKIP, este partido aboga por locales compartidos entre fumadores y no fumadores, con espacios especiales y una bajada de tasas a las bebidas.

londo pride

Pero ni las pintas, ni el fish&chips, ni el ambiente que se respira en estos bares han sido capaces de contrarrestar los efectos de la crisis global en el consumo. También se atribuye a un cambio en el estilo de vida y gustos, o modas, ya que, por ejemplo, los pubs que tienen mayor oferta gastronómica están capeando mejor el temporal y crece el número de establecimientos sofisticados especializados en vino o café (al estilo mediterráneo), y esos establecimientos están absorbiendo una parte de la clientela que antes tenía el pub de la esquina.

A pesar de todo, Londres te demuestra (siempre que la puedas visitar) que a la pinta y al pub aún le quedan muchos años de vida y que algunas tradiciones no deben cambiar nunca.

Fotos: Mostaque(cc)/Fersanam(cc)/PalmZ(cc)