El experimento piramidal de los libros en Facebook

Foto de Miguel Ángel García (cc).
Foto de Miguel Ángel García (cc).
Un juego que se propagó en diciembre por la red social invita a enviar nuestro libro preferido a un desconocido. ¿Merece la pena?

Se buscan: amantes de los libros para un experimento social”. El texto, que invita a comprar un libro y enviarlo por correo postal a un desconocido, empezó a propagarse a través de la red social Facebook a mediados del pasado mes de diciembre, aunque su origen se pierde, como suele pasar, en las profundidades de la red.

Comenta si quieres participar y te enviaré los detalles. ¿Qué tienes que hacer? Comprar tu libro favorito y enviárselo a una persona desconocida (te enviaré un nombre y una dirección). Solo tienes que enviarle un libro a una persona. A cambio, recibirás varios libros (dependiendo de cuánta gente participe). Los libros que aparezcan en tu puerta son las historias favoritas que han elegido las personas que han participado.

Muchos usuarios han copiado y pegado esa publicación en su muro en las últimas semanas, extendiendo, de esta forma, los tentáculos del experimento. Funciona así: un amigo comparte el texto y, si le indicas que tú también quieres sumarte, te envía un mensaje privado con la dirección de la persona a la que debes enviar tu libro. Entonces tú deberás volver a compartir el mensaje en tu muro de Facebook, para que nuevas personas de tus contactos se sigan sumando. Quienes te respondan a ti enviarán sus libros al amigo a través del cual conociste el juego; quienes respondan a tus contactos te enviarán a ti sus libros.

Libros abandonados en la Sociedad Escritora de Chile. Foto de Camilo Durán.
Libros abandonados en la Sociedad Escritora de Chile. Foto de Camilo Durán.

“¿Es un experimento o una estafa? Si es un experimento, ¿qué se busca probar?”, preguntaba un usuario en uno de los hilos de mensajes que compartían el juego. La gracia parece residir en el riesgo que conlleva escoger un libro conocido y querido y enviarlo a una persona desconocida; en tomarse la molestia de hacer un regalo sin saber para quién es ni qué se obtendrá a cambio. A modo de sociedad piramidal, las reglas del juego prometen a sus participantes que recibirán varios libros -las lecturas favoritas de los demás, en función de cuántas personas se sumen- por el envío de solo uno.

En el caso de la que escribe estas líneas, el experimento funcionó. Por el envío de un ejemplar de Limonov (Emmanuel Carrère)la increíble vida de un hombre que lo ha sido todo en la trepidante Rusia del siglo XX-, he recibido cinco libros en mi buzón: Matilda, de Roald Dahl; 1984, de George Orwell; El loco | El vagabundo, de Khalil Gibrán; Déjame que te cuente, de Jorge Bucay y La delicadeza, de David Foenkinos. Todas son las historias que algún lector decidió que merecía la pena que otros leyeran. Algunas las conozco, incluso las he leído, otras no; no importa, las leeré (por primera vez o no) todas. Algunas son de remitente desconocido, otras vienen con una recomendación firmada e incluso con un regalo de acompañamiento: un calendario, una caja de regalices.

Ésa es mi experiencia; conozco a otras personas que han participado y, sin embargo, todavía no han recibido ningún libro. Supongo que así funcionan las sociedades piramidales: se basan en la confianza ciega, pero también en que, para que unos salgan ganando, otros han de perder. ¿Merece la pena regalar algo a un desconocido, sabiendo que es probable que nuestro buzón seguirá vacío? Que cada cual decida si vale la pena correr el riesgo de hacer que su libro favorito siga recorriendo el mundo.

Foto: Miguel Ángel García. (cc) / Camilo Durán (cc)