El diseño de lo cotidiano, en el menaje y en el plato

Lámparas hechas con pan. Exposición TAPAS. Spanish Design for Food.
La exposición TAPAS. Spanish Design for Food llega a Madrid para enseñar la evolución del menaje, los alimentos y el diseño en la cocina y la comida.

Cocinamos rodeados de diseño. En muchas ocasiones no somos conscientes de la evolución de todo aquello que nos ayuda a disfrutar la gastronomía, la comida del día a día. Los avances en el diseño muchas veces pasan inadvertidos en nuestras cocinas, consideramos que todos los utensilios siempre han estado ahí y ahí seguirán; pero el menaje diario es de lo más propenso a la innovación.

Nos lo recuerda la exposición TAPAS. Spanish Design for Food que acaba de inaugurarse en Matadero, producida por Acción Cultural Española y organizada por DIMAD –Asociación de Diseñadores de Madrid-, tras pasar por Miami, Tokio, Washington D.C. o México D.F. En ella diseñadores, arquitectos, cocineros y bodegas españolas muestran 250 piezas a través de tres espacios.

Jamones de la crisis (hinchables).
Jamones de la crisis (hinchables).

Nos reciben como anfitriones unos jamones colgados denominados “jamón de la crisis” porque su carne es plástico. Se trata de jamos hinchables con los que presumir, sin poder ofrecer a degustar, y que recomiendan ubicar en un lugar vistoso de la casa. De ahí, tras una pantalla con imágenes de pinturas de bodegones y banquetes firmadas por Velázquez, Picasso o Antonio López que evoca los utensilios que fueron, pasamos al primer espacio el de la cocina; que indaga en la preparación y sus instrumentos. En este espacio el desarrollo del diseño aboga por su fundamentado principio de búsqueda de la comodidad con aceites antigoteo, porrones que no manchan, copas porrón, botijos y rebotijos… a los que se suman instrumentos que denotan esta a veces inadvertida evolución en la cocina, aquellos que fueron vanguardia como la minipimer, la olla exprés o el citromatic. También hay espacio para interesantes proyectos como un sistema de identificación de latas y tetrabricks para invidentes.

Mesa puesta sobre un futbolín.
Mesa puesta sobre un futbolín.

El segundo espacio se centra en la mesa, en los objetos para la degustación del alimento; y las vasijas son las protagonistas. Con ellas se presentan curiosas sillas y mesas puestas, o mesas adaptadas a los espacios de recreo como un futbolín. Este buen hacer del diseño interior se plasma también en pantallas que muestran salas de los restaurantes destacados en esta rama.

Original representación de especias.
Original representación de especias.

El área dedicado a la comida y al propio diseño de los elementos luce inmensas paelleras, cuchillos fabricados de una sola pieza, tablas de cortar con embudo (al que no se le haya caído alguna pieza tras el corte que tire el primer trozo de cebolla en juliana) o panes lámpara realizados con una estructura de acero inoxidable sobre la que se sitúa una masa de pan horneado. Junto a ellos platos ideados para comer de pie, tazas con fondos de animales que pondrán una sonrisa a quien te vea beber, plastilinas que quieren ser especias, chupapus que absorben el sabor de la bebida en la que se impregnan o velas de mantequilla para que se derritan lentamente sobre el plato. Y para descubrir las únicas recetas de la sala se hace preciso entrar en el Proyecto Food Photocall, de Antoni Miralta, que propone al visitante una caja negra que incluye paso a paso diferentes preparaciones de pulpo mientras puede asomarse por unas ventanas para ser fotografiado cual pulpo.

El mix de elementos tradicionales, de creaciones del siglo XX, y de la innovación que queda por venir plantea un análisis sobre el futuro de lo que nos es tan cotidiano, de aquello que evoluciona sin que nos demos cuenta, como si tuviese vida propia, del entorno de uno de los actos más cotidianos y disfrutables, la comida.

La exposición TAPAS. Spanish Design for Food estará abierta hasta el 19 de julio en Matadero (Madrid) con entrada gratuita.