Del embutido, la nacionalidad y la Navidad

Llega el momento de comer, de no medir cantidades y no declinar invitaciones.

 

Llega el momento de comer, de no medir cantidades y no declinar invitaciones. Es Navidad y la comida está presente en la mesa, en los regalos y en la televisión, de manera especial en sus anuncios. Turrones que incitan el regreso hogareño, burbujas con las que darse a la bebida y embutidos para recuperar el humor patrio… ¿Es posible encasillar a Chiquito en el humor inglés?.

Tópicos, que en ocasiones se debaten entre la popularidad y la visibilidad, y vientos de reivindicación en los anuncios que Campofrío lleva tres años proyectando en la agenda navideña. Después del humor, teléfono en mano, para parar la guerra y de recordar que en realidad el currículum de los españoles destaca, este año propone ‘Hazte extranjero’ un polémico reclamo a la felicidad.

El disfrute, la calidad y la creación culinaria lleva sello español, es imagen y placer y, como reza el eslogan de esta campaña, “que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar la vida”. Porque la buena mesa debería estar acompañada de humor y buenas conversaciones, no de preocupaciones.

Foto: Jesús Dehesa (cc)