La base del diseño está en la inspiración -acerca de la que ya indagamos a través de nuestras preguntas a los visitantes a la cuarta Bienal Iberoamericana de Dimad– pero después muta en un sinfín de creaciones y posibilidades en los que la integración con la vida y con la cultura se vislumbra como principal ingrediente. A las respuestas sobre ¿cómo surgen las ideas? o ¿la inspiración es individual o colectiva? ya intentamos dar respuesta a través de los artistas y visitantes a esta Bienal en el artículo Inspirados por el diseño, ahora profundizamos en el vínculo que lo une a la cotidianidad y al genio.
Volviendo de nuevo a las preguntas que planteamos al público, general y especializado, que visitó la Bienal de Dimad ubicada en Matadero buscamos los resortes que genera pensar en la aportación de la creatividad, que parece surgir de un punto común, la utilidad. Lo corroboran declaraciones como que el diseño es “El de la calle, el que realmente es útil, el que soluciona un problema”, “Multidimensional, relativo, evolucionando siempre, un diseño muy flexible” o “Funcional, que sirve para hacer algo o aporta en algo. Es popular, es de la gente” se confirma que si los productos no son útiles, no son válidos.
Validada así la funcionalidad como objetivo surge la siguiente pregunta “¿Algún ejemplo de buenas prácticas en diseño que conozcas en tu entorno?”. Y aquí el diseño es visto meramente como creación, presente así en cualquier espacio creativo, un visitante la ve “Aquí en Matadero, me gusta que cada nave tiene una identidad, cada una está hecha por un diseñador en particular que ha hecho los muebles y todo, que crea un ambiente o un entorno específico a un lugar”, otro “En arquitectura, el diseño de los museos, para acercarlos a la gente y que no tengan miedo a la cultura”, otros en la ergonomía, la cartelería o la sostenibilidad…
Considerando que la comunicación es también afluente en este caudal de diseño consultamos a los medios decomunicación que pasaron por la sala preguntándoles “¿Cómo se informa sobre diseño?”. Jorge Páez (editor de MombaÇa) responde “La información sobre el diseño es un nicho más sobre el conocimiento, manejado por expertos, que no está democratizado, aunque no está oculto. Funciona como la difusión de otras prácticas creativas”; Félix Beltrán (miembro del Comité Asesor de BID 14) considera que «estamos en una auténtica revolución de la comunicación, creo que es fantástico porque el diseño tiene la posibilidad de difundirse más» y Valentina Volpato (jefa de prensa de DIMAD) lo ve «cada vez de forma más profesionalizada, aunque aún así falta un poco más de formación (…) a lo mejor que un diseñador colabore más con los medios como por ejemplo a la hora de escribir un producto».
Ratificando con esto que el diseño es cultura plantemos a los entrevistados “¿Qué diseño tiene la cultura actualmente?” y las respuestas basculan entre un futuro negro, que ejemplifican como “mal diseño por ahora, vamos, abocado a desaparecer” o “gubernamental”, y un futuro en el que se percibe un rayito de luz, como inspira Pedro Feduchi, presidente de Dimad Asociación (Asociación Diseñadores de Madrid) «dependiendo del tiempo y el espacio, cada lugar tiene una construcción totalmente distinta… pero en este momento en el que vivimos en una sociedad sin barreras en cuanto a las cuestiones tecnológicas que nos permiten estar en contacto con otros, todos estamos contribuyendo a un diseño más o menos global«.
httpv://www.youtube.com/watch?v=F10JTQ1kp28
Más información sobre BID14:
Inspirados por el diseño: Cuarta Bienal Iberoamericana de Dimad
Fotos y vídeo: Lorena Guitérrez
