Cuando la cura es un suspiro (de ron)

La sabiduría popular caribeña dice que dos dedos de ron lo curan todo. Ahora también los suspiros

Dos dedos de ron, ya sean en horizontal o en vertical, lo curan todo. Nunca hay que contradecir a la sabiduría popular. Calientes con un poco de cáscara de limón y una buena cucharada de miel curan las gargantas maltrechas y los resfriados incipientes. En ayunas y de una trago asienta los estómagos más revueltos que ya no tienen nada más que arrojar al mundo. También es bien sabido que dos dedos de ron, más otros dos dedos de ron y otros tantos más curan los males de amores. Hay quien lo usa para curar la timidez. Incluso si les ponen mucho hielo y unos cuantos aderezos dinamizadores llegan a curar el más agobiante y profundo de los calores.

El problema de esos dos dedos de ron, por muy energéticos, vitamínicos o artesanos que sean es acaban pesándonos en el interior. Hay quien dice que sus azúcares fermentados, aquellos que pueden concentrarse en una copa bien servida, acumulan más calorías que un filete de los grandes de ternera, con sus buenas patatas fritas al lado. Pero no todos tienen porqué ser así. También hay alternativas a eso sin perder un ápice de sus cualidades curativas y su sabor. Los que muchas veces recurrieron al mantra del Brugal Añejo en los bares, pueden ahora invocar a su solución que aligera más el verano: el Brugal Suspiro. ¿Y si además se improvisa y se juega a la alquimia con su ligereza y su sabor? Para descubrir aún más curas se puede empezar por probar estas combinaciones.

Suspiro Rosé

El característico sabor del Bitter y el refrescante sabor de Brugal Suspiro son la combinación perfecta para acompañar cualquier momento del día. Junto con el sabor de la naranja y las grosellas, Brugal Rosé, se convierte en el mejor aliado para una copa de afterwork, para la sobremesa o como aperitivo.

Suspiro Zero

Es la mezcla perfecta del sabor dulce de Brugal Suspiro y el refrescante de una bebida de coca-cola con cero calorías, lo que supone la renovación del combinado más clásico. Acompañado del sabor de la naranja se convierte en el aliado perfecto para disfrutar del aperitivo, la copa de media tarde o copa de noche

Foto  My Aching Head (cc)